Si hay una palabra que defina a Marae, esa es tradición. No solo porque hayan decidido mantener la fábrica en su Zamora natal, o porque sus prendas infantiles tengan un corte tradicional clásico. Sino porque, pese a que pueda parecer increíble, siguen manteniendo la cadena de trabajo de siempre; desde la hilatura hasta la prenda terminada y embolsada. Un gran proceso de creación y confección.
Este laborioso proceso y, en su caso, manual, puede llevarles una hora y media, o dos. Tiempo, que en realidad no parece mucho cuando descubres todas las fases y pautas que tienen que seguir. Sigue leyendo para descubrir todo el proceso de creación y confección de la firma de abrigos Marae.
Cadena de producción
Esta larga cadena de producción cuenta con muchas fases diferentes; parafinado de la lana antes de tejer, tejido en tricotosas, y cocido, secado y planchado del textil. Después de estos primeros pasos, se corta a mano cada pieza y se cose. El proceso de cosido pasa por muchas manos: desde el preparado de ribetes hasta el remate de los pequeños detalles. Y de aquí, a su primer planchado para dar forma a la prenda.
Una vez finalizado el producto, llega el control de calidad, donde se comprueba que no queden hilos sobrantes, así como que no haya ninguna tara o impureza en la lana. “Es un proceso manual muy costoso, añadido a que usamos lana 100% merina de la mejor calidad”, apunta Raúl Escudero, CEO de la firma.
La apuesta por la calidad, por lo tradicional y, por supuesto, por la Marca España, tiene coste – no solo monetario, sino también de tiempo. Un gran proceso de creación y confección. Pero eso es lo que les hace únicos. Y por eso sus abrigos, capas y trencas tienen una repercusión tan grande en nuestro país y fuera de él. De hecho, encontramos algunos de sus modelos en el armario de la Familia Real inglesa. Un reconocimiento, sin duda, a todo su trabajo.